26 de mayo de 2007

adolescencia recuperada

Tenía tantas cosas dando vueltas en mi cabeza que hablar con las personas correctas ha sido lejos lo mejor. Entre las tantas cosas que he descubierto de mí últimamente es lo mucho que me cuesta acercarme a las personas porque yo lo necesito, y no al revés. Que necesario es decir a veces, ey te necesito, a las personas correctas claro. Gracias a la vida que no me he desilusionado aún.
Como me dijo alguien por ahí, parece que estoy viviendo una adolescencia tardía, con toda la complejidad de la palabra: saber de qué adolesco, qué me hace falta e ir y encontrarlo. Muchas veces aquello está adentro pero el ruido de afuera es muy fuerte de pronto. Es como si la vorágine me hubiese atropellado sin darme cuenta, y recién ahora me doy cuenta que lo correcto era pararse en la vereda y hacer recuento de daños antes de seguir. Menos mal que nunca es tarde para darse tiempo pa uno mismo, la cosa más difícil es saber perdonarse.
Por eso también ha sido tan bueno retomar mi amor por la natación, porque es tanta la concentración que se necesita que no entran ni salen malos pensamientos ni rollos innecesarios.
Ojalá esta tranquilidad me dure, y sólo se perturbe por la necesaria cuota de estrés que significa sacar adelante la página web de fotoperiodismo.

1 comentario:

Leonardo Salazar dijo...

mija:

ofcors que nos juntamos y el feca y la charla y todas esas manos...

no obstante, mija,.... mija, pense que aparte de proponerme una agradable cita, me tenias una oferta con 2 cds de los stones... piensalo, yo paso 9 discos....los belmont