Bueno, finalmente hoy murió.
En el día mundial de los derechos humanos,
en el día que se entrega el Premio Nobel de la Paz,
cuando con 84 recién cumplidos deja viuda a su mujer.
Nunca sabremos pa dónde se fue su alma,
recóndita, fría,
quizás inexistente...
Sin decir ninguna palabra sincera
por sus crímenes,
sólo musitando un último: "Lucy..."
Que con esta muerte no muera la justicia,
que los que lo reniegan en estas horas,
escondidos en sus casas,
que lo apoyaron y ahora lo niegan,
salgan a la luz, y alguna vez reconozcan algo...
Que se le empiece a decir dictador,
en la tele, en la radio, en el diario,
las cosas por su nombre...
10 de diciembre de 2006
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